La definición más amplia de qué es un sistema señala que éste es un conjunto de elementos que trabajan juntos y coordinados para lograr un objetivo. Algunos ejemplos muy conocidos de sistemas son el sistema de frenos de un coche y el sistema digestivo, el primero teniendo el objetivo de frenar el vehículo y el segundo de proveer de nutrientes al cuerpo del animal.
Conociendo lo que es un sistema, podemos decir que un sistema de gestión es el conjunto de elementos interrelacionados de una organización que trabajan coordinados para establecer y lograr el cumplimiento de políticas y objetivos.
Por lo tanto, un sistema normalizado de gestión es un sistema de gestión cuyos requisitos están claramente definidos en algún lado.
Generalmente estos requisitos quedan definidos en normas de referencia (coloquialmente llamados estándares) emitidas por organismos de normalización en una amplia gama de productos y servicios (International Organization for Standardization (ISO), British Standards Institution (BSI), la Secretaría de Economía, etc.) o especializadas en un sector en específico (American Petroleum Institute (API), Foundation FSSC 22000, PEMEX, etc.).
Pero… ¿por qué debería seguir los requisitos especificados en las normas de referencia de sistemas de gestión?
¡Muy sencillo! Las normas de referencia realmente son un compendio de las mejores prácticas aceptadas a nivel mundial para la gestión de organizaciones en lo relacionado al tema de que traten. Todas las organizaciones que se dedican a le elaboración y emisión de normas de referencia se aseguran de plasmar las mejores prácticas que los expertos técnicos en la materia consideran indispensables. Por ejemplo: la Norma Internacional ISO 22000 para sistemas de gestión de la inocuidad de los alimentos, dirigida a las empresas que manipulan alimentos, define qué actividades debe hacer una organización para evitar que los alimentos que maneja le vayan a causar un daño al consumidor.
El cumplir con los requisitos especificados en las normas de sistemas de gestión permiten aumentar la eficacia de sus procesos internos de manera que se cumplan las políticas y objetivos de la organización (en materia de calidad, seguridad y salud en el trabajo, ambiental, seguridad de la información, etc.).
Adoptar los requisitos establecidos en las normas de referencia tiene un impacto muy positivo en lo relacionado a la captación y retención de clientes.
Tener un sistema de gestión propiamente implementado permite que los clientes sepan que su organización se compromete a cumplir el más alto estándar en un determinado tema. Aunque, no siempre es suficiente decir que tiene un sistema normalizado de gestión formal. Por lo general, se requiere una certificación externa.
Es muy importante contar con un reconocimiento de un tercero que avale que cumplimos con las mejores prácticas. Es aquí donde la certificación del sistema normalizado de gestión por parte de un organismo acreditado juega un papel muy importante.
Cuando una empresa tiene un certificado acreditado, significa que hay un experto en la materia, ajeno a la organización, que está dando fe que efectivamente la organización tiene implementadas las mejores prácticas.
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